El juego de las palabras

Las palabras, en su mundo de ideas que dibuja la mente, funcionan bajo el mismo principio de los sueños, de analogías y significados ‘directos o contrarios’. Y esto hace que el juego de las palabras sea un pasaje enredadizo de ideas que según su construcción, sentido e insinuación pueden querer decir una cosa o tal vez todo lo contrario.

Algunas veces se nos presenta una afirmación, la cual directamente significa algo que sí queremos escuchar, pero que en el fondo deja ver tan solo todo lo contrario, ¿y en qué momento suceden estos hechos?

Tenemos muchos ejemplos de las falacias que se esconden tras las palabras de los entes públicos, políticos, artistas y corporaciones; y tenemos algunos ejemplos para aprender a distinguir la verdad entre la enredada secuencia de ideas distorsionadas que se nos entrega cada día en distintos medios.

El Pacificador, Pablo Morillo fue un militar y marino español encargado de la reconquista de las américas: un 'sanguinario pacificador'.

El libertador, que tras liberar a un pueblo de la tiranía se convierte en su tirano. De este ejemplo podemos encontrar por cientos en la historia, pero en las nuevas democracias se ve mucho en aquellos pueblos que escogen candidatos que prometen cambios y mejoras, para terminar cayendo en regímenes totalitarios.

El patriota, así se les conoce a muchos que luchan más por intereses particulares o ideologías de segregación, que por el bienestar del Estado.

Humanitarios, como los vuelos humanitarios que tuvimos en Colombia durante la pandemia del Covid 19, los cuales tenían un valor supremamente elevado y casi impagable, a eso se le llama humanitario.

Clientes y seguidores reales, se ofrecen en algunos sitios de internet, pero si de entrada aclaran que son reales hay gran probabilidad de que no lo sean.

Gratis, la palabra favorita para todos. En asuntos comerciales nada es gratis, todo tiene un fin y es: 1. ganar tu fidelidad (comprarte con un obsequio), 2. el obsequio realmente se paga con el valor de algo más grande que se está comprando, 3. si el producto es gratis es porque tú eres el producto.

El mejor DJ del mundo. Este ejemplo es un clásico: todos los fines de semana toca el mejor DJ del mundo en cada ciudad.

"Yo nunca he...". Cuando alguien hace una afirmación tajante como "yo nunca he", "nunca haré", "el producto que nunca falla", ten seguro que sí fallará.

Y podemos seguir hasta el infinito porque en los recovecos del lenguaje y las palabras -sus significados figurados y literales- nos perdemos en mundos de ilusiones, fabricadas por magnates de la fantasía y las historias, que llevan a las masas hipnotizadas como borregos a formar parte de sus grupos de mercados, felices consumidores que les pertenecen.

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